Monseñor Rubén Salazar Gómez llegó a Barranquilla luego de ser nombrado como Arzobispo de Barranquilla el 18 de marzo de 1999 por Su Santidad Juan Pablo II. En más de una década de liderazgo espiritual en la Arquidiócesis de Barranquilla se hizo sentir y los católicos así lo percibieron. Su gestión será recordada por ser evangelizadora y por iniciarla invitando a toda la iglesia en el Atlántico a permanecer en "Estado de Misión".
Su legado para esta región colombiana está sustentado por el Plan Global Arquidiocesano de Nueva Evangelización, una carta de navegación hacia el futuro de la Iglesia que con el tiempo ha ido mostrando resultados positivos para la vida de la comunidad.
Monseñor Rubén Salazar Gómez, nació en Bogotá el 22 de septiembre de 1942. Estudió secundaria en el Seminario de Ibagué y después fue a Roma a estudiar Teología en la Universidad Gregoriana y luego Licenciatura en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico. Fue ordenado sacerdote el 20 de mayo de 1967 y en Ibagué inició su labor sacerdotal. Entre 1987 y 1990 fue Director del Departamento de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Colombia y fue miembro del Pontificio Consejo Cor Unum y Representante de los países bolivarianos en el Consejo Ejecutivo de Caritas Internationalis. Luego, regresó a Ibagué como Párroco de la Parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá y Vicario de Pastoral hasta 1992.
Fue nombrado Obispo de Cúcuta el 11 de febrero de 1992 y recibió la consagración el 25 de marzo de 1992. De Cúcuta llegó a la Puerta de Oro de Colombia.
En julio de 2010, Su Santidad Benedicto XVI lo nombró Arzobispo de Bogotá y el 13 de agosto del mismo año, tomó posesión de la sede. En la antesala a los 200 años de Barranquilla, se recibe con alegría la noticia de su nombramiento como Cardenal. Monseñor Rubén Salazar Gómez, huella en la historia de Barranquilla en sus 200 años.
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