William Mebarak Chadid, padre guardián del talento y sueños de sus hijos

William Mebarak y su esposa, Nidia Ripoll.

Es el padre de una de las mujeres barranquilleras con mayor reconocimiento internacional, sin embargo, en La Arenosa con solo mencionar su nombre se identifica la figura de un hombre que gracias a su forma amable y tranquila de asumir la vida, se ha destacado como  padre, empresario y escritor. Su nombre, William Mebarak Chadid.

Empezó a hacer gala de su talento para escribir con sus publicaciones para el periódico “El Biffeño”, del Colegio Biffi de Barranquilla, donde hizo su bachillerato. Luego se fue a Bogotá a estudiar medicina, pero siguió escribiendo y publicó una serie de  cuentos humorísticos titulado Mamboletras, firmados con el seudónimo “Karabem”, que es su apellido Mebarak al revés.Entre los libros de su autoría están “Si yo fuera presidente”, “El caso del hombre de las gafas oscuras” y "Testimonio de un hombre". Se desempeñó como  locutor de noticias, trabajó en la emisora Nueva Granada, hoy RCN, y también en la redacción del noticiero Sonrisal. 

Trabajó con su papá, Alberto Mebarak, en el negocio de las estaciones de gasolina y se quedó a vivir en Barranquilla cuando se liquidó esa empresa. Tuvo una joyería con el nombre de Zenit Seiko en la calle San Blas. No descansó en su vida como comerciante hasta que su pequeña hija, Shakira, empezó a requerir de su acompañamiento y respaldo para desarrollar una carrera profesional en la música. Hoy día, junto a su esposa Nidia Ripoll, es el guardián de su hija, la cantante de los Pies Descalzos.

Sigue en el propósito de escribir, acaba de editar uno, "Al Viento y al Azar" y en planes está otro que sirva como de acompañamiento a muchos padres para que identifiquen los sueños y talentos de sus hijos. 

Es una Huella de Barranquilla en sus 200 años, no solo como comerciante y escritor, por sobre todo como un padre orgulloso de sus 9 hijos. El 6 de septiembre estuvo de cumpleaños y su hija, compartió sus 81 años con los seguidores de ella y su papá, cantando una canción que lo dice todo "Hay amores".