Los barranquilleros viven el 7 y 8 de diciembre de una manera especial y distinta a como se hace en otros lugares de Colombia. Es una celebración cristiana alrededor de la Virgen de la Inmaculada Concepción y tradicionalmente en la madrugada del 8 de diciembre las familias encienden velas en las terrazas de las casas como señal de devoción a la Virgen María.
Quizá el ambiente alegre de la navidad que se avecina hace que esta noche sea acompañada de música y otras acciones que dan otro enfoque a la fiesta que conocemos como Día de las Velitas. La Arquidiócesis de Barranquilla está proponiendo que hoy en todos los hogares atlanticenses se celebre cristianamente y en familia la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, así:
· La convocatoria de una reunión familiar en la que no falte una imagen de la Virgen María y, como de costumbre, que se enciendan las velitas cubiertas con faroles de colores.
· Encender las velas al tiempo que con devoción se recen los misterios gloriosos del Santo Rosario. Este rezo se puede ofrecer a la Virgen pidiendo su intercesión por la Iglesia, por los gobernantes, por la paz y por todas las necesidades de la familia.
· Hacer una lectura en familia del Evangelio de San Lucas: capítulo 1, versículos del 26 al 38 y compartir la comprensión del texto bíblico, aplicado a la vida de cada uno.
Al final lo importantes es haber compartido una oración de agradecimiento a Dios por la reunión familiar realizada en torno a María Santísima. Es un deber de todo católico asistir el 8 de diciembre a la celebración eucarística en su parroquia. Esta tradición en los 200 años de Barranquilla se mantiene viva y dejando huella en los hogares de la Puerta de Oro de Colombia.
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