Meira DelMar, una dulce voz en la poesía en el Bicentenario de Barranquilla

Meira DelMar

Su voz, su dulzura, su especial manera de escribir la llevó a ser considerada como la poetisa más destacada de Colombia.  Olga Isabel Chams Eljach, conocida como Meira DelMar, barranquillera nacida el 21 de abril de 1922, falleció el 18 de marzo de 2009. 
Fue hija de los inmigrantes libaneses Julián Eljach e Isabel Eljach, comenzó a escribir poesía desde la niñez, estudió en el Colegio Barranquilla para Señoritas y los estudios superiores los realizó en la Escuela de Bellas Artes del Centro de Estudios Dante Alighieri. Estudió música en el Conservatorio Pedro Biava de la Universidad del Atlántico e Historia del Arte y Literatura en el Centro Dante Alighieri.

Su mérito como mujer no fue solo ser reconocida por sus obras, sino por hacer parte de organismos como la Academia Colombiana de la Lengua, del Centro Artístico de Barranquilla, de la Comisión Interamericana de Mujeres, del Club Zontal Internacional de Mujeres Profesionales y Ejecutivas y de la Sociedad de Mejoras Públicas. Recibió Doctorado Honoris Causa en Letras de la Universidad del Atlántivo, Medallas de Honor al Mérito de la Sociedad de Mejoras Públicas y del Club Rotario de Barranquilla, Medalla Gran Orden del Ministerio de Cultura de Colombia, Medalla Simón Bolívar del Ministerio de Educación y otros tantos reconocimientos de Gobernaciones de la Región Caribe colombiana y Universidades del país.

Su seudónimo obedeció a que en su momento, debía evitar que sus padres y amigos la reconocieran como autora de las obras. Meira es una modificación del nombre Omaira y DelMar por su amor hacia el mar. Sus primeras poesías fueron publicadas en 1937 en la sección Poetisas de América de la revista cubana Vanidades. Solo hasta 1942 se haría pública  su identidad con la impresión de su primer libro Alba de Olvido, con 50 ejemplares, en Editorial Mejoras. Su gran aporte a las letras abrió el camino para la expresión del sentimiento abierto y libre para las mujeres a través de la poesía, en La Arenosa y el país. En Barranquilla hay dos instituciones que recuerdan su nombre: el Centro de Documentación de la Mujer Universidad del Atlántico, la Sala de Lectura de la Biblioteca Piloto del Caribe y la Biblioteca Pública departamental del Atlántico de la que fue su directora por más de 30 años. 

Su huella está en la descripción nostálgica del amor, el olvido y la muerte desde los ojos de una mujer. Con sus poemas mueve profundos sentimientos de amor hacia Barranquilla y la celebración del Bicentenario.